Los que estamos lejos de los olores de los olivos, echamos de menos esa fragancia inconfundible. Ese caminar o conducir entre los mares de olivos de nuestra tierra. Esos ronquíos en la siesta y en la madrugá, cuando sólo se escuchan los cantos de los grillos y las cigarras.........
No hay comentarios:
Publicar un comentario